jueves, 7 de abril de 2022

Antropoceno

 

Cuando nos referimos al concepto Antropoceno como una era geológica nueva, cuya característica esencial es la acción antrópica, parece un nuevo ejercicio de soberbia de la humanidad. Pero si prestamos un poco de atención a los datos objetivos veremos que el papel desempeñado por la humanidad ha sido determinante en el devenir del planeta.

La humanidad, especialmente en los últimos siglos, está alterando los procesos biogeofísicos y biogeoquímicos esenciales de nuestro planeta. Fruto de la actividad antropogénica se ha transformado casi la mitad de la superficie terrestre, han desaparecido bosques, manglares, miles de especies animales, etc. El uso intensivo de combustible fósil ha propiciado el aumento de las emisiones CO 2 que han redundado en fenómenos como el agujero de la capa de ozono o el calentamiento global. Se ha alterado tanto la biota de la tierra que estamos asistiendo a una homogeneización de los ecosistemas, que no ocurría desde los tiempos de Pangea. Según las estimaciones, el clima puede apartarse significativamente del comportamiento natural incluso en los próximos 50.000 años fruto de la acción humana (Cearreta, 2021; Crutzen, 2002, 2006; Lewis & Maslin, 2015; Malm, 2020)

 


Esta magnitud de las consecuencias de la actividad antropogénica es la que ha llevado a  muchos investigadores, a considerar que nos encontramos en una era geológica nueva, inscrita dentro del periodo Cuaternario, que sucedería a la época del Holoceno, nos estamos refiriendo al Antropoceno (Crutzen, 2006; Lewis & Maslin, 2015)



De acuerdo a la convención geológica nos encontramos en la actualidad en la Época del Holoceno (en griego significa «totalmente reciente»; que hace comenzó 11.650 años), a su vez, ésta se encuentra dentro del Período Cuaternario (iniciado hace 2.588 millones de años), etc. Todas estas divisiones de las etapas geológicas están construidas en base a marcas que nos evidencian las diferencias en el funcionamiento de la Tierra como sistema.

(Lewis & Maslin, 2015) Como ya hemos mencionado, el Antropoceno aparecería como sucesor del Holoceno pero, ¿cuándo empieza?

No hay consenso, para unos empieza con el Neolítico, otros estiman que en 1610, otros con la Revolución Industrial, etc. Lo primero que debemos tener en cuenta es que no hablamos de una era del Antropoceno en un plano cultural, sino geológico. Esto nos obliga a valorar cómo se definen las marcas que nos muestran una transformación en el funcionamiento de la tierra. Los geólogos recurren a los GSSP, es decir, una sección y punto de estratotipo de límite global. Alguna de las características que debe poseer el GSSP es que deje restos fósiles o químicos en los sedimentos, que su radio de acción sea global, etc. (Lewis & Maslin, 2015).

Por ello, datar los inicios no es tan sencillo. Hay autores partidarios de 1769, invención de la máquina de vapor, símbolo de la Revolución Industrial y del uso de combustible fósil, fenómeno histórico que comenzó en Europa pero que sus efectos se sienten a escala mundial (Crutzen, 2006; Malm, 2020). Otra fecha plausible es 1610 coincidiendo con la aparición de la «economía mundo», por primera vez todo el planeta está interconectado, a diferencia de la anterior candidata, ésta sí que cumple los criterios GSSP. La Revolución Industrial a pesar de su gran impacto posterior, no supuso a escala global un cambio abrupto (Lewis & Maslin, 2015). La otra fecha candidata que cumple con el GSSP es 1964, que coincide con «la gran aceleración» productiva, además de ser la época nuclear (Cearreta, 2021; Lewis & Maslin, 2015).


Una de las principales polémicas y debates en torno a la datación es porque convertiría a los científicos en una especie de jueces de la humanidad. Es decir, supongamos, si la emergencia del Antropoceno coincide con el Neolítico, la humanidad sería inocente por su acción antropogénica. Si apuntamos en cambio a 1769, o incluso, 1964, podríamos poner en tela de juicio el modelo productivo y no a la humanidad en su conjunto, es decir, podríamos apuntar a culpables del deterioro del planeta (Lewis & Maslin, 2015). El desarrollo de la máquina de vapor y la quema de combustible fósil fue una decisión política, que benefició a unos sectores de la sociales y perjudicó a otros, fue una opción, no la única vía de desarrollo (Malm, 2020). Ahondando en este debate hay autores que consideran que hablar de «Antropoceno» es un eufemismo, cuando lo esencial de esta era geológica es la acción antropogénica condicionada por la conversión del medio ambiente global en una fuerza de producción. Esta mercantilización del medio ambiente es algo propio de un modelo de producción: el capitalista, por tanto, más que hablar de Antropoceno, habría que hablar de Capitaloceno (Moore, 2017).

Llegados a este punto, considero que la aseveración de Crutzen sobre la entrada en vigor de una nueva era geológica condicionada por la acción antropogénica es incontestable (Crutzen, 2002), ahora bien, comprendo que la ciencia lleva sus plazos y que haya posturas enfrentadas en cuanto a datación me parece razonable, y para nada problemático, la ciencia necesita del debate para avanzar.

Independientemente de la fecha de inicio que consideren los geólogos, considero como evidente el deterioro del planeta fruto de la acción humana. Quizá el reto más importante que tenemos es la concienciación, y abrir el debate del Antropoceno nos ayuda a valorar los retos del futuro. Lo más peligroso es que estamos enviado misiles invisibles[1] al futuro (Malm, 2020), nuestro papel es tratar de evitarlo.

 

Bibliografía:

Cearreta, A. (2021). “La transformación que ha sufrido la Tierra desde mediados del siglo XX está siendo brutal” (G. Castillo) [CTXT]. http://ctxt.es/es/20210101/Politica/34818/alejandro-cearreta-entrevista-antropoceno-futuro-cambio-climatico-gorka-castillo.htm

Crutzen, P. J. (2002). Geology of mankind. Nature, 415, 23-23.

Crutzen, P. J. (2006). The «Anthropocene». En Earth system science in the anthropocene (pp. 13-18). Springer International Publishing.

Lewis, S. L., & Maslin, M. A. (2015). Defining the Anthropocene. Nature, 519(7542), 171-180. https://doi.org/10.1038/nature14258

Malm, A. (2020). Capital fósil: El auge del vapor y las raíces del calentamiento global (E. Ayllón Rull, Trad.). Capitán Swing.

Moore, J. (2017). Entrevista a Jason Moore: Del Capitaloceno a una nueva política ontológica – Ecología Política (F. Milanez & J. Wedekind) [Ecología política]. https://www.ecologiapolitica.info/?p=9795

Fuente gráficas por orden de aparición:

https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/asi-ha-crecido-el-numero-de-desastres-climaticos-en-el-ultimo-medio-siglo/ 

https://www.ecopost.info/5-graficos-medio-ambiente-se-ha-colado-la-agenda/

https://sgkplanet.com/por-que-no-se-ha-aceptado-el-antropoceno-como-una-nueva-epoca-geologica/#iLightbox[gallery_image_1]/1

https://www.ecopost.info/5-graficos-medio-ambiente-se-ha-colado-la-agenda/

https://climate.nasa.gov/



[1] Invisibles porque las consecuencias de las emisiones de nuestros coches, la padecerán las futuras generaciones.